MISTERIO EN EL CEMENTERIO
Tres Arroyos: una tumba destruida y una familia indignada
Pese a las denuncias, las autoridades locales no han brindado una respuesta concreta.

Tres Arroyos: una tumba destruida y una familia indignada
Un insólito incidente en el cementerio de Tres Arroyos conmocionó a la comunidad bonaerense cuando un vecino descubrió, por segunda vez en menos de diez meses, una escena desgarradora. Durante su reciente visita a la tumba donde reposan los restos de sus padres, encontró la parcela completamente destrozada.
El problema no sólo radica en la repetición del daño, sino en la falta de respuesta por parte de las autoridades. Marcelo, el damnificado señala que propuso la instalación de cámaras de seguridad para identificar a los responsables, pero hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta concreta.
La esposa de Marcelo, Marta Di Paolo, quien se acercó personalmente a dialogar con el intendente, comentó que él le pidió que presentara una denuncia formal, dado que él no podía hacer nada más. «En el cementerio quedaron en comunicarse con nosotros y nunca lo hicieron», agregó Marta, visiblemente decepcionada por la falta de atención al caso.

La pareja presentó la denuncia como les sugirió el intendente, pero la situación es desconcertante. “Lo raro es que no se llevaron nada de hierro, rompieron todo y dejaron todo ahí”, observó Marcelo, lo que hace que se pregunte si fue un acto dirigido con intención.
Marcelo recuerda que en diciembre ya habían encontrado la tumba de sus padres dañada. En ese momento, un temporal había causado la caída de un pino cercano, y en principio, creyeron que el árbol había causado los daños. Sin embargo, el encargado del cementerio les aclaró que el pino no había tocado la sepultura.
Al ser consultado sobre si sospechaba de alguien en particular, Marcelo fue tajante: “No, no tengo problemas con nadie, ni en mi trabajo ni en mi casa”. Sin embargo, no descarta que pueda tratarse de una venganza, aunque no encuentra motivo alguno.

Lo más devastador es el costo emocional y económico que este vandalismo ha implicado para la familia. «Destruyeron la totalidad de la tumba, anduvimos preguntando y no sale menos de $400.000 arreglarla de nuevo, y no hace ni un año que la habíamos arreglado», dijo Marcelo. Además, el afectado se mostró molesto al consultar sobre la responsabilidad de las reparaciones y recibir una respuesta negativa por parte del personal del cementerio.
Marta, por su parte, también expresó su tristeza al recordar que en abril pagaron la renovación de los próximos cinco años de la sepultura del padre de Marcelo, mucho antes de que venciera, porque a su esposo «no le gusta que esté vencido». Sin embargo, lamenta que, a pesar de todo, “no los dejan descansar en paz”.