El fotógrafo Juan Sebastián Lobos se encuentra embarcado en el viaje de instrucción número 50, del buque escuela de la Armada Argentina y su misión es producir contenidos audiovisuales: «Me siento un afortunado de poder cumplir con tantos desafíos profesionales y personales», dijo el tripulante en una nota realizada por La Nueva de Bahía Blanca que se reproduce a continuación.
El frío, la lluvia y el viento no perdonan. El Atlántico está agitado y la circulación por la proa del barco, limitada.
Pero, a pesar del clima, el reloj suena a la misma hora para todos los tripulantes de la Fragata ARA «Libertad», incluido el fotógrafo bahiense Juan Sebastián Lobos, quien continúa con su derrotero en el viaje de instrucción número 50 de la embarcación desde su botadura, el 30 de mayo de 1956.

Hijo de María Rosa Vigna y del fotógrafo profesional Gustavo Lobos, Juan Sebastián nació el 28 de marzo de 1987 en Bahía Blanca. «Ariano e hijo del medio», cuenta que tiene un hermano mayor, Juan Manuel y una hermana menor, María Julia.
«Heredé la profesión de mi ‘padreprofe’ y fui aprendiendo en el campo experimental a fuerza de trabajo y me capacité, al principio en ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina) y luego en workshops y formaciones específicas (corresponsal), para finalmente desembarcar y recibirme en la UPSO en el área audiovisual», relata a poco de atracar en el puerto de Río de Janeiro.
Actualmente, «Juanse» o «Sebas» -como suelen llamarlo- trabaja en el departamento de Comunicación Institucional de la Armada Argentina, en la «Gaceta Marinera».
«Tengo una infinita gratitud con la gente de la Armada que me permitió recorrer bellísimos lugares, tanto por cielo, tierra o mar. Personalmente, me enamoré de la Antártida y creo que ella de mí porque me mostró lugares magistrales como la cueva de hielo de Belgrano II, entre tantos otros que logré disfrutar al cien por cien. Siento este trabajo como un arte, las fotos que he tenido oportunidad de sacar las veo casi como un documento, un testimonio de algo que no va a volver a suceder. Creo mucho en eso y supongo que eso logran mis fotografías o al menos, lo intentan».
Si bien tiene algunas imágenes «preferidas», Sebastián siente que la mejor es siempre la que va a «sacar mañana».
«Tengo algunas que yo cuento como las número uno, como las del Indio Solari, pero porque soy muy fana. Pero vuelvo a hacer hincapié en las ventajas de mi profesión: ¡me di el lujo de trabajar y después disfrutar del recital! Como fotografía célebre, puedo nombrar aquella que trascendió las fronteras siendo un homenaje y memoria a los héroes del Submarino ARA San Juan y que posteó el presidente Macri».

En el camino, Sebastián destaca la presencia de aliados como el «Tucu», el Teniente Santiago o el Teniente Vallejos, compañeros, jefes y personas especiales que brindan su apoyo constante y «enriquecen esta vida itinerante».
Con destino: Veracruz, México
El viaje de instrucción número 50 de la Fragata «Libertad» comenzó el pasado 19 de junio.
«La primera tarea suponía la cobertura oficial de cierre del ‘Velas Latinoamérica 2022’ en Mar del Plata, un evento náutico que se realiza cada 4 años y reúne a los grandes veleros de América Latina. Luego, a bordo de la ‘Embajadora de los Mares’ -la Fragata ARA «Libertad»- llegamos a Veracruz, México y el derrotero siguió por Estados Unidos, Irlanda, Francia, España y ahora arribamos a Brasil con el objetivo de dejar en cada puerto que visitamos tradiciones, costumbres y un mensaje de paz y amistad, que representa los intereses de la Argentina».
No hay descanso para la tripulación de la Fragata ni tampoco, privilegios.
«Hay una rutina establecida de actividades, cabe destacar que están embarcados los futuros Oficiales de Marina que realizan prácticas profesionales en la Fragata. Van pasando por los diferentes cargos y cuando el viento se presta, despliegan las velas y se vuelve a la navegación tradicional. Es un momento digno de ver», destacó.
Las tareas arrancan a las 7 para todos los cargos: cubiertas, cocinero, jefe de navegación, no falta nadie.
«En mi caso, estoy embarcado con la Teniente Comunicadora Evangelina González, Teniente de Navío, del departamento de Comunicación de la Armada Argentina y entre los dos generamos las coberturas, ella en la parte de redacción y yo la audiovisual», contó.
Entre ambos, van generando contenidos pasando por todos los cargos que hay en el barco, ya sea a nivel institucional o por requerimientos de diarios o de las agencias de prensa.
«Llegamos a puerto, amarramos y empieza la parte protocolar con la visita de embajadores, cancilleres, agregados navales de otros países, etc. En España estuvimos con el embajador Ricardo Alfonsín, ahora con el cónsul argentino en Río de Janeiro Claudio, ya que en estos días se celebra la independencia de Brasil. También se hace un día de puertas abiertas para que la gente visite la Fragata, con muy buena repercusión como tuvimos en los puertos de Saint-Malo (Francia), Veracruz (México), Cádiz (España) y Baltimore (Estados Unidos)».
Si bien no existe el «entrenamiento especial» para quienes se embarquen, resulta ideal no sufrir vértigo en altura o mareos.
«Tenemos un chequeo médico anual y la única complejidad que se presenta es para subir a los palos, a las velas, por lo que se realizan estudios en altura. Por ejemplo, al puerto de Río entré vestido de gaviero (NdR: marinero a cuyo cargo está la gavia del barco, y que realiza la vigilancia desde ella) para intentar retratar un poco la vista maravillosa y la experiencia fue emocionante».
Antártida bajo cero
«Sin dudas el viaje que me marcó fue el de la Antártida, a nivel personal y profesional, representó muchos desafíos juntos. Estoy eternamente agradecido a la Armada, pero también a la vida, a la familia, a mi compañera de ruta y a ese puñado de afectos que hacen del viaje una experiencia aún más gozosa».
Sebastián dice que uno de sus objetivos es que «sus fotos hablen por él». «Estoy seguro que las imágenes que pude tomar en la Antártida, son un ejemplo, la inmensidad, la soledad… Si te caés en el hielo el golpe es duro pero el agua, no perdona. Si no estás con la ropa adecuada caer al agua gélida significa de 3 a 5 minutos de vida, no mucho más».
La cueva de hielo del Belgrano 2
Según recuerda, fue con el hoy comandante de la Fragata, Carlos Pedro Schavinsky, con quien compartió su primer viaje a la Antártida en el ARA «San Blas», por el año 2013.
«Pero fue en el Velas de Mar del Plata que se empezó a gestar esta cobertura en la Fragata y fue él quien me dio la seguridad de poder trabajar de una manera tranquila y de disfrutar este desafío. Además de hacer las coberturas protocolares, agregados navales, consulares, visitas y demás, esta profesión me permitió conocer lugares únicos de Europa, el ‘New York Times’ en Estados Unidos o en Francia -la cuna de la fotografía en sí- el mítico Café de Flore, el Museo Lumière y miles de cosas más que faltan. Es que la Fragata es un pedacito de Argentina que navega llevando personal de todas las provincias y con todos establecés lazos fuertes, a nivel vivencial como de experiencias».
Entre corridas y llamadas por parlante, Sebastián se despide.
La aventura llega casi a su fin y en breve la Fragata le dirá adiós a Río de Janeiro para embarcarse, una vez más, hacia la Argentina donde esperan tocar puerto el próximo 24 de septiembre.
Por Laura Gregorietti para lanueva.com